El oso polar no es consciente
Del frío que me hiere y atraviesa:
¿Por qué? Él tiene un abrigo de pelos.
¡Desearía tener uno yo también!
Tomado de: The bad child’s book of beasts, 1896. La ilustración, de Basil Temple Blackwood, se ha tomado de la edición de Duckwoth Books, Londres, 2008.